Tránsito es una mujer de mirada profunda y felina, de curvas imperfectas, donde perderse es un placer laberíntico.
Tránsito sabe mover sus manos para que miren donde ella indica, quién busca su boca con los ojos, encuentra un corazón rojo, con una medio sonrisa.
Su pelo es la luz que ilumina la estancia en la que entra, su presencia ocupa justo el espacio que elige.
Tránsito es la mujer que se reconoce no inocente y libre de culpa, no conoce la vergüenza y acaricia su sexo mirándote a los ojos, pide lo que quiere y sabe cuándo demandarlo.
Es el poder de la esencia femenina, es la canción que entra por el oído y te ruboriza, pues tú pensamiento está gozando un placer secreto.
Tránsito deambula dentro de cada mujer, de todas, incluso de la que ni se lo imagina.
Solo tienes que cerrar los ojos y buscarla dentro de ti, ella te espera mordiéndose el labio…