Un corazón dentro de más corazones.
Dibuja líneas rojas que bordean, arropan los palpitares.
Sinuosos hilos colorados tejen un océano de emociones, unas compartidas, otras pespunteadas en la soledad de las ausencias tan masticadas.
Llega el día de los enamorados con un corazón de chocolate.
Un dulce que también envuelve mi latir, con el carmesí que colorea el futuro.
San Valentín, ese día la silueta de la vida se desdibujada, mientras el mundo celebraba el amor, yo despedía con todo mi amor a un amor que me acompañó siempre.
Siempre… Hoy también es siempre.
Sólo fue ese día, donde lloré y agradecí tantos significados.
Ahora no hay dolor, hay paz y aprendizaje.
Tejen mi centro miles de hebras coloradas, que perfilan mi pasado y mi presente.
El futuro me espera, cuando llegue será hoy.
