A veces la arrogancia nos pone una venda en los ojos y creemos tener la verdad.
La verdad es tan difícil de entender…
La vida nos da pellizcos que normalmente sentimos en esa parte tan poco física y tan presente en nuestra presencia, en el ego.
La humildad es nuestra salvación, junto con la comprensión y la aceptación.
La gente busca la libertad fuera de sí mismo, hacen puenting para sentirse libres, se montan en parapentes porque creen que el ave es más libre que ellos, se van de retiro espiritual para aprender a vaciar sus mentes.
Y yo pienso que la libertad es un sentimiento que tenemos que tener sin salir, sin hacer nada extraordinario.
Solo buscándonos, queriéndonos, rectificando lo que podamos y aceptarnos, pienso que la libertad reside en lo bien hecho, en no tener que esconderse de actos que nuestra conciencia no sabe perdonar, pero no sabe perdonar porque no nos escuchamos a nosotros mismos, no tenemos compasión por nosotros mismos…
Creo que la libertad nace del perdón propio y desde el amor propio.
