Hoy pienso que la distancia física anuncia la despedida de un cuerpo, siempre es doloroso cuándo aunque esperándola no se desea.
No importa donde lleve la distancia a ese cuerpo, no importa el espacio donde resida, ni los kilómetros que nos separen
Hay un momento donde la memoria cuida el recuerdo y mima la ausencia alimenta la idealización del mismo, para que el tránsito se haga de una forma menos dramática
la aceptación depende del tiempo que empleemos en atrevernos a seguir dando pasos…
La perspectiva puede cambiar si no nos atascamos y vemos la parte positiva, el lado más puro
Nosotros mismos también un dia nos fuimos, para volver a otros y volver a irnos
Nadie se va absolutamente, no hay nadie que no vuelva de una manera u otra a cada uno de nosotros.
Decir adios no resulta tan dificil cuándo se integra la pérdida como parte de un aprendizaje, que por supuesto resulta duro, lento y doloroso.
El amor no muere nunca.