Claramente desde una sombra japonesa

Pantera feroz

No está escrito en los libros el como se acerca la parte invisible de ti a la invisibilidad de la mia.

No reconocemos los ojos que nunca se miraron, ni vemos el cordel que compone una red infinita, que enlaza pensamientos y vidas.

Preguntas siempre sin respuestas y contestaciones que se integran sin requerir palabras, pues replica una emoción recíproca.

Hoy celebro tu vida con la palabra, herramienta que nos unió.

Hoy Coso más allá del cordel que nos une, ahora nos abrigamos a la Clara sombra japonesa del Pilar dónde descubrimos la conexión sin cables y la luz de lo incorpóreo.

Ponme música

Pantera feroz

Bailas??

  • La suerte me guiña un ojo… sonrío para adentro, no puedo compartir lo que tengo, porque el caos es mi sombra. No hago cómplices en mi entorno, llegará el día…ya lo creo creo que llegará!! me meto en mi cama y me preguntan: …bailas?
  • siempre digo que si, aunque no conteste inmediatamente. Bajo mis cálidas sábanas, abrazada a mi mona blanca, comienza la danza suave… Letras expontaneas, a un ritmo cadencioso de una melodía que nace esa noche y será distinta cualquier otro dia. Pierdo la conciencia bailando, mando un beso al aire, sabiendo que lo recoge. Le cedo las buenas noches a la incosciencia y me entrego a la incertidumbre del sueño…
  • …bailas?…
  • si, cada noche, aunque no conteste. la suerte me guiña un ojo y yo lo comparto contigo…

Luna de tod@s

Pantera feroz

Salí al balcón, huyendo, frustrada, rabiosa, decepcionada…

el calor, me habia alterado aún más , venía sedienta y me dieron de beber arena. 

volví dentro en busca de humo, de reojo vi y no vi.

Salí de nuevo, el cigarro oscilaba en mi boca, las manos apretaban con fuerza la baranda del balcon.

Miré el monte, el cielo negro pintado de nubes, la noche me regaló su brisa, un soplito de aire fresco, me sentó como sienta un piropo bonito. 

Sé que estas escondida Catalina, tambien sé que has sido tu la que me ha soplado, complice, sabiendo lo que haces, me recuerdas tanto a alguien, Catalina… Eres de mucha gente, pero cuando estás conmigo, eres solo para mi.

Dame más, no es suficiente, hay demasiado calor encerrado. Bailame el aire, refrescame el alma.

¿sonries luna? si, Cata, sé que estás sonriendo, malvada, infiel y honesta hasta para poner los cuernos.

Un café amargo

Lobo rosa, Pantera feroz

Diré adiós con la mano entre aplausos

Mi mano batida al viento le dirá adiós para siempre uniéndose a una ovación de respeto y admiración.

«Nos vemos en semana santa»

Esa fue nuestra última frase, nos despedimos sin dar importancia a esa mirada que cruzamos, como si todo fuese a ser así para siempre.

El café nunca me sabrá igual,  aunque ahora me arañe la rabia, prometo llevarle en mi con un recuerdo dulce.

Sí, hoy me mece la pena, pero le recordaré sonriendo.

No imagino el verano sin ti…

Desde mi corazón a tu alma, ahí nos llevaremos, allí nos tendremos siempre.

 

La memoria del agua

Pantera feroz

Frío cuando pienso en tu cuerpo sumergido en el río que bañó tu vida, ayer también tu muerte.

No puedo dejar de pensar en los últimos minutos, en tus ganas de huir hasta en tu final…

Es paradójico morir atrapado y ahogado, cuando llevabas años atrapado y ahogándote en ti mismo.

Que duro analizar para llegar a conclusiones claras, que frío al sentir tu frío antiguo en tu óbito.

Agur, me dejas recuerdos bonitos.

Te despido desdel frío, también con la humedad de mis lasgrimas.

Hoy todo queda en la memoria del agua, las emociones son agua…

 

Cuerdas y equilibrios

Pantera feroz, Recuerdos

Podría sonar abatida por como escribo el texto, pero no.

No hay dolor en mis lágrimas que resvalan al colgar el teléfono

Las ganas de vivir empiezan en esa voz que escuché desde siempre, esa palabra de arrullo que me dormía a las noches…

Ahora herido, pero entero, dañado, guerrero de apenas carne, con piel de acero

Mi jilguero con guitarra, mí Quijote y sus voladuras, mi pequeño hermano mayor

Hoy te veo fuerte, dando pasos firmes en tu cuerda floja.

Ojalá podamos cantar un blus…¿Te acuerdas?

Como antes, antes de saber que amaba ese sonido que me enseñaste tu…

Dios@s de mis adentros

Lobo rosa, Pantera feroz

Tengo mi forma de entender quién es Dios.

Nada tiene que ver con la iglesia católica, ni con ninguna religión.

Parto de lo que nos enseñaron «Dios es el padre»… Me he peleado tanto con eso, con lo que conlleva entender lo que es y representa a un padre (es quien protege, salva, ayuda, apoya, comprende) y además nos enseñan que es todo poderoso!!

¿Que pasa entonces con ese padre que todo lo puede y que además está en todas partes?

La rabia se hacía más latente cuanto más violento era el camino de mis mayores, el mio propio… No creo en Dios!

Se cómo pasó, no voy a extenderme en la explicación, hoy no.

Tengo que decir que a partir de unas herramientas que me dió mi sicólogo cuando tenía diecisiete años, empezó un cambio de percepción, recordé cosas de cuando era niña, yo hablaba con ese padre que nos enseñaron, pero con la cercanía a alguien igual que yo pero mucho más adult@, el diálogo era de tú a tú y cada noche pasaba lo mismo, yo recuerdo que alguien me escuchaba muy atentamente, no recuerdo entonces ninguna respuesta.

A partir de aquellos días en el que descubrí esas conversaciones, hize uno de los mayores buceos en mí misma.

Lo que encontré, lo que entendí me sacudió muy fuerte, de pronto comprendí quién era ese padre, que lugar ocupaba en nuestra existencia,en la mía, porque era el padre o el origen, de que manera podía ayudarme, cual era su súper poder.

Solo puedo explicar lo que sentí y así lo voy hacer. (lo partiré en tres, aún habiendo más particiones)

Soy mi cuerpo físico, mental y emocional.

Mis padres son padres de todos ellos, ninguna duda.

Pero ahí, donde el cuerpo físico no está, en las emociones, esas que cuando estamos vivos se conectan con el cuerpo mental y lo sentimos en la carne… Ahí es donde yo reconozco otro padre/madre.

Quién no es responsable de lo que me pasa fuera, quien siempre va a tratar que entienda que el/a va ayudarme desde otro punto que nada tiene que ver con mi cuerpo, me ayudará a tener la calma para afrontar situaciones.

Le visualizo como alguien que empatiza con lo que siento y tal vez ceer en ello, saber que está entendiendo el dolor, la furia, el miedo, me hace calmarme, mirar con distancia y escucharme como si lo dijesemos junt@s «siempre hay una salida»

En la soledad del ser ahora me siento acompañada y entiendo que esa compañía no es lo que me pintaban, si no aquella que me cuida en mis emociones, la que me calma para que mi mente se prepare para razonar, sin precipitarse y mi cuerpo pueda asumir lo que tenga que ser, sin culpar a nadie, pues la culpa nos hace presos y nos ata muy fuerte para que no sepamos resolver.

Ahora sí creo en Dios o Diosa, pero a mí manera, como yo le he descubierto en mi.

Madre/padre de todo lo que siento, mí calma, mí sosiego, mí aprendizaje.

A mis Dios@s de mis adentros que me ayudan a resolverme de dentro hacia afuera.

Infiernos

Pantera feroz

El invierno me aleja de la felicidad.

Igual que mi piel palidece en esta estación, se distancia un apego, creo que por protección.

Lo mismo que el sol pierde su fuerza, mis defensas ante una criatura maligna, se convierten en cenizas.

La duda se abraza a mí por delante, fuerte, violenta…

Hace que mire donde ella quiere, ella manda.

Me resisto razonando los espejismos que me muestra, mientras susurra a mí oído:»¿y si no son fantasías?»

Solo rindiéndome afloja, así aprovecho para pensar en positivo, es el único balón de oxígeno para mis pensamientos que van pudriéndose cada invierno.

A veces no se notan, lo bueno es que con el frío no huelen.

La Japo

Tránsito

Pantera feroz

Tránsito es una mujer de mirada profunda y felina, de curvas imperfectas, donde perderse es un placer laberíntico.

Tránsito sabe mover sus manos para que miren donde ella indica, quién busca su boca con los ojos, encuentra un corazón rojo, con una medio sonrisa.

Su pelo es la luz que ilumina la estancia en la que entra, su presencia ocupa justo el espacio que elige.

Tránsito es la mujer que se reconoce no inocente y libre de culpa, no conoce la vergüenza y acaricia su sexo mirándote a los ojos, pide lo que quiere y sabe cuándo demandarlo.

Es el poder de la esencia femenina, es la canción que entra por el oído y te ruboriza, pues tú pensamiento está gozando un placer secreto.

Tránsito deambula dentro de cada mujer, de todas, incluso de la que ni se lo imagina.

Solo tienes que cerrar los ojos y buscarla dentro de ti, ella te espera mordiéndose el labio…